España, la asignatura pendiente de Cellnex: ¿por qué el líder europeo no triunfa en casa?

El mercado nacional se convertirá en el quinto en activos para Cellnex tras la compra de las torres de Hutchison

Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex

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Que Cellnex anuncie una compra cada vez es menos noticia, pues es una compañía en crecimiento que no para de adquirir torres de telecomunicaciones por toda Europa. Pero si una operación se lleva la palma es la que pactó esta semana, de 24.600 emplazamientos en seis países a Hutchison por 10.000 millones de euros.

Cuando cierre y desarrolle este acuerdo, en año y medio, tendrá 103.000 emplazamientos y se consolidará como líder europeo entre los operadores de infraestructuras de telecomunicaciones, con presencia en 12 países. Pero irónicamente, no será líder en casa, donde hace años que no crece.

España es la asignatura pendiente de Cellnex. La compañía catalana controlada por la familia Benetton ya solo logra el 15% de su beneficio en el país, porcentaje que ha ido disminuyendo desde que saliera a bolsa, en 2015, cuando buena parte de su negocio eran los mercados español e italiano.

Cellnex ya logra solo el 15% de su ebitda en España, porcentaje que seguirá bajando tras las últimas compras de torres en seis países

Pero ese porcentaje bajará todavía más con la compra de las torres de Hutchison. Esta operación, la mayor de la historia de la compañía y que culmina cinco años de crecimiento sin pausa, supone la entrada en tres países y la consolidación en tres más. La empresa que dirige Tobías Martínez pone el pie en Suecia, Dinamarca y Austria y crece en Reino Unido, Irlanda y todavía más en Italia.

Cellnex está, además, en Francia, Polonia, Países Bajos, Suiza y Portugal. 12 mercados en total entre los que ya no destaca España. Con esta operación, quedará relegado a su quinto mercado en número de emplazamientos.

El mayor es Italia, que se destacará con más de 24.500, una cuarta parte de todos los activos de la torrera. Por detrás de la patria de la familia Benetton, que controla la compañía catalana, se situará Reino Unido, Francia y Países Bajos. Cellnex ha crecido en todos estos países en los últimos dos años, mientras que en España no ha cerrado ninguna compra desde que es cotizada.

El mercado de torres de España, pendiente de Orange

¿A qué se debe este parón en el mercado propio? ¿Por qué el líder europeo, que no para de crecer por todo el continente, no cierra operaciones en su país? La respuesta es sencilla: el despliegue del 5G, que está generando oportunidades en muchos países, no las ha creado en España porque el mercado de torres de telecomunicaciones está en muy pocas manos.

Aproximadamente tres de cada cuatro torres que hay en España están en poder de los tres grandes operadores de telecomunicaciones, o bajo su control. El resto son de la empresa dirigida por Tobías Martínez, heredadas de las que la antigua Abertis Telecom, de la que surgió Cellnex, fue comprando. En el segmento broadcast (televisión) sí que es líder nacional.

Telxius es la empresa que tiene más torres de telecomunicaciones en España. No es extraño, pues es la filial de infraestructuras de Telefónica, la operadora única durante décadas y cuya posición sigue siendo dominante. Su pasado de empresa pública explica que fuera propietaria de las torres, aunque las segregó y comparte accionariado por el fondo KKR y Pontegadea, el vehículo inversor de Amancio Ortega.

Las torres de ‘telecos’ españolas están en solo cuatro manos: Telxius (Telefónica), Vodafone y Orange, además de Cellnex

Según un informe europeo de TowerXchange, la torrera de Telefónica controla unas 11.200 torres. Cellnex se sitúa en segunda posición y Vodafone en el tercero, con 9.700. El cuarto es Orange con 7.700, mientras que Axion tiene 600.

La diferencia con respecto a otros países no es que las grandes telecos tengan activos, sino que se resistan a venderlos. Telefónica nunca pensó en hacerlo, siempre quiso tener el control. Estudió seriamente la salida a bolsa de Telxius pero finalmente optó por un gran socio, que ahora son dos.

Por lo que respecta a Vodafone y Orange, han estudiado en los últimos meses el futuro de sus torres, no solo a nivel español sino global. La primera lo ha decidido y la segunda se está tomando más tiempo y tiene todos los ojos del sector encima.

Vodafone está a medio camino. Ya ha segregrado sus infaestructuras en una filial, Vantage Towers, como hizo Telefónica, y la quiere sacar a bolsa en 2021. Es decir, lo mismo que quiso hacer la compañía que preside José María Álvarez-Pallete, habrá que ver si lo logra. Apetito en el mercado no falta, como demuestra la propia Cellnex, cuyas acciones suben un 45% en este 2020 de pandemia que ha hundido las bolsas.

Orange es ahora una de las telecos que tiene pendiente al sector. Con más de 40.000 torres en Europa, de su decisión dependerá que haya más oportunidades en el mercado para actores independientes como American Towers y la propia Cellnex. Si las vende, así será; si toma el camino de Vodafone o Telefónica, reducirá las posibilidades de crecer en los próximos años.

Algo similar sucede en Alemania. El que pasa por ser el segundo mayor mercado europeo tras el ruso también se le resiste a Cellnex porque no se mueve una piedra. Cerca de la mitad del mercado es de Deutsche Funkturm, filial de Deutsche Telekom, que no ha mostrado intenciones de venderla. Vodafone y Telxius son el segundo y tercer operador respectivamente, y tampoco generan oportunidades, y el resto del mercado es ya residual.

Cellnex no cambia el chip: seguirá atenta a oportunidades

El mercado de las infraestructuras de telecomunicaciones se ha movido sin parar en el último lustro pero ahora operaciones como la de Hutchison, con activos en varios países, parecen casi imposibles si Orange no lo impide. Sí puede haber opciones en países concretos, pues en muchos de ellos hay operadores locales con un peso relevante que pueden generar apetito.

Por ello, la compra de esas 24.600 torres no agota el apetito de Cellnex. Sí que reduce su margen de maniobra, pues las operaciones comprometidas este año han comprometido ya los 11.000 millones de euros que tenía para comprar. Pero esta sigue siendo una compañía de crecimiento, aseguran fuentes cercanas a la misma.

Cellnex vaciará la caja con Hutchison pero tiene alfombra roja en los mercados y el apoyo de los Benetton para seguir creciendo

Para empezar, los 10.000 millones de Hutchison no tendrá que abonarlos de golpe sino durante año y medio, pues en realidad son varias operaciones que se irán cerrando a ritmos distintos, a medida que las autoridades de la competencia den el visto bueno.

Pero si necesita financiarse, Cellnex tiene alfombra roja en el mercado de deuda: cada emisión genera una demanda altísima, lo que rebaja los costes de financiación. Y por si esto fuera poco, sus accionistas, liderados por Edizione (los Benetton) han apoyado todas las compras con las ampliaciones de capital que han sido necesarias.

El equipo de Tobías Martínez es optimista y aunque las oportunidades se vayan a reducir en el medio plazo, cree que seguirán existiendo y que en el futuro que se prevé, de medio millón de torres de infraestructuras en Europa, todavía hay margen de crecimiento, pues “solo” tendrán una de cada cinco si no ejecutan nuevas compras.

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